Ya estamos aquí. Nuestra primera toma de contacto no ha podido ser mejor. La Casa Bianca, el complejo elegido por la organización para el evento es un magnífico complejo en mitad del campo con preciosos jardines, mucho espacio y zonas de actividades lúdicas como piscina, un pequeño zoo, etc..
En cuanto a las instalaciones para la competición no falta de nada: dos pistas separadas 500m para poder volar simultáneamente, zonas para los pilotos y equipos espaciosas y cómodas....
Los italianos son amables y muy hospitalarios; el proceso de registro fue eficiente pero animado, hicimos algunas risas con el personal de la organización.
Ya por la tarde estuvimos volando en el campo de entrenamiento que tenemos más cercano a nuestro alojamiento. Allí coincidimos con otros equipos, como Reino Unido, Sudáfrica y Grecia, con los que estuvimos intercambiando impresiones acerca de sus configuraciones y las nuestras. Un ambiente muy amigable a pesar de que todos los pilotos estaban concentrados en poner a punto sus máquinas en un entorno nuevo para todos. La impresión general fue que el aire es poco denso en esta zona y a los rotores les cuesta más propulsar. Muchos pilotos tuvieron que ganar revoluciones para poder sacar partido al heli en estas condiciones.
Dani Ojanguren practicando estacionarios
Fernando poniendo a punto sus máquinas
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